Ganan y cotizan menos, jubilan antes y son más longevas: la realidad previsional que enfrentan las mujeres
La reforma de pensiones busca compensarlas por el efecto que genera la mayor sobrevida, para que a la misma edad de jubilación, ahorro y composición de grupo familiar, mujeres y hombres tengan igual pensión.
Por: María Paz Infante / Gráfico: María C. Arvelo | Publicado: Miércoles 25 de diciembre de 2024 a las 21:00 hrs.
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Foto: Rodolfo Jara
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Otorgar una compensación a las mujeres por mayores expectativas de vida es uno de los puntos en los que existiría acuerdo político en el marco de la reforma de pensiones.
El senador y presidente de la comisión de Trabajo de la Cámara Alta, Juan Antonio Coloma (UDI), explicó esta semana que la medida apunta a que, a la misma edad y nivel de ahorro, mujeres y hombres tengan la misma jubilación. “Ese es un cambio clave y en lo personal estoy jugado para eso”, sostuvo.
Si a la edad de pensionarse, los hombres tienen una expectativa de vida de 86,7 años, la de las mujeres asciende a 90,9 años. En otras palabras, ellas tienen que financiar 4,2 años más -en promedio- por efecto de una mayor longevidad, lo que tiene un impacto sobre su pensión.
Adicionalmente a la mayor expectativa de vida, la realidad previsional demuestra que existen una serie de factores que hacen que las mujeres tengan una situación previsional desmejorada respecto a los hombres. Así, ellas no solo viven más, sino que además, tienen densidades de cotización menores, por lo general reciben sueldos inferiores y se jubilan antes.
Según un reciente informe elaborado por la Superintendencia de Pensiones, la brecha de género para la pensión autofinanciada es de 42,7% en desmedro de las jubiladas.
Entre los nuevos pensionados por vejez, el promedio de años cotizados para hombres fue de 25,3 según el informe, mientras que en el caso de las mujeres la cifra se situó en 17,6 años. Lo anterior, se traduce en 7,7 años menos de ahorro en promedio en el caso de ellas. En tanto, en términos de mediana, la brecha es de 11,6 años.
Saldo más bajo
Aun despejando la variable densidad, persisten los problemas de brechas de género.
“A igual número de años cotizados, el monto promedio de pensión de las mujeres es menor que el monto promedio de los hombres”, consignó el informe del regulador.
“Este resultado es producto del menor saldo acumulado y de la mayor expectativa de vida por lo que tienen una mayor cantidad de períodos de desacumulación a financiar”, detalló el documento.
En cuanto al saldo acumulado al pensionarse, los datos de la Superintendencia muestran que los nuevos jubilados hombres registraron en promedio un monto de $ 52,4 millones, mientras que las mujeres fue de $ 23,1 millones, lo que equivale a una brecha de 56%.
Lo anterior, está dado no solo por la menor densidad de cotización, sino que por ingresos imponibles en promedio más bajos.
Todo esto, sumado a que jubilan antes que los hombres. La edad legal de jubilación de los hombres es a los 65 años y la de las mujeres a los 60 años. Sin embargo, tomando las edades efectivas al momento de solicitar la pensión entre los nuevos pensionados, estas llegan a 65,3 años promedio en los hombres y a 61,5 años promedio en las mujeres.
El efecto de la sobrevida
Para la vicepresidenta ejecutiva de la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (FIAP), Karol Fernández, “la mayor longevidad de las mujeres es una contingencia de la naturaleza, es decir, un evento que nosotras no podemos controlar”.
Explicó que la situación causa que bajo iguales condiciones (monto ahorrado, edad de jubilación y conformación del grupo familiar), “una mujer tenga una pensión 11% inferior que un hombre”.
En esa línea, añadió que “resulta de toda justicia que las mujeres puedan cubrir ese riesgo de mayor longevidad a través de algún seguro, como ocurre con otras contingencias como por ejemplo, la enfermedad grave de un hijo (Ley SANNA)”.
Bono tabla
Para compensar a las mujeres por su mayor sobrevida, el denominado “bono tabla” ha tomado fuerza en la reforma.
La idea no es nueva. La Asociación de Aseguradores de Chile la propuso en el marco de la comisión Bravo, en el Gobierno de Bachelet II.
Se trataría de entregar un bono a las mujeres afiliadas cuando cumplan con la edad legal de jubilación con el objeto de corregir el efecto que se produce por las diferencias en las expectativas de vida. “Se recalcularía la pensión de una mujer causante utilizando las tablas de mortalidad de los hombres en la misma situación”, planteó el gremio en un documento que elaboró para la reforma de pensiones.
En la mesa técnica hubo consenso en entregar un bono tabla y también genera respaldo en el Gobierno y los integrantes de la comisión de Trabajo del Senado.
Sin embargo, acotan algunos, aún se está discutiendo su diseño en términos de costo y de funcionamiento. Así, el senador Rodrigo Galilea (RN), ha expresado que “es muy probable” que esto se resuelva consolidando y robusteciendo el Seguro de Invalidez y Sobrevivencia (SIS).
Para Fernández, la forma de financiar este seguro es una decisión política: “¿mediante impuestos generales, un impuesto al empleo a través de una cotización extra por parte de trabajadores y/o empleadores, o a través de una combinación de ambos?”, dijo.
En esa línea, concluyó que “lo importante es que la alternativa elegida sea aquella que genere menos distorsiones en el mercado laboral para no inducir a un incremento de la informalidad”.